sábado, marzo 22, 2008

Humberto Eliash





Humberto Eliash, arquitecto de Santiago, trabaja conscientemente los colores. Aquí esta el diseño de fachada para el Aula Magna de la Universidad de Chile, en que aprovecha el sistema de persianas para producir un mosaico en tonos cálidos que le quitan dureza al gris del cemento. El efecto es lúdico y moderno en el exterior y alegre, cálido y acogedor en el interior, donde los colores del exterior se hacen eco y se densifican por medio de las butacas.

El rojo de Humberto Eliash





El rojo, rojo de los obispos, de las prostitutas, de la pasión, de la violencia, del letrero pare, de la bandera (chilena), de la cocacola, en fin. Recuerdo una vez en un siquiátrico, en un evento artístico familiar, un interno pintó una muralla de rojo. El director mandó a pintarla de blanco. Reclamé en defensa del loco, ya que la obra era magnífica (texturas de varios rojos, chorreados, salpicados). Su explicación fue que ése color excitaba a los internos en vez de calmarlos. Me pareció pertinente su razonamiento, aunque lo lamenté. En el mundo de los "cuerdos", aparentemente el rojo no hace peligrar nuestra integridad de ciudadanos, por lo que Humberto se atreve. Se atreve a hacerlo bajar por las escaleras, a subir por los muros y descolgarse por las ventanas. Mal que mal, entre tanta seriedad y cordura, un poco de locura es bienvenida.