En este invierno de benditas e interminables lluvias, viene bien un jarrón de flores en el blog. Curiosamente, el arreglo de las señoras de la feria, sin saberlo ellas, tiene los 3 colores secundarios. Pronto brotarán los aromos en el barrio, con su esplendor brillante, para iluminar las tardes oscuras. Como dice Juan Ramón Jiménez "Es de oro el silencio. La tarde es de cristales azules." Hablar de colores como si fueran sonidos, en literatura se llama sinestesia. La sinestesia es la mezcla de los sentidos, por ejemplo que a uno le digan "rojo" y escuche el sonido de una guitarra. O que cuando alguien escuche un violín, vea color amarillo. Dicen que Kandinksky era sinestésico.